El impresionante Texas Motor Speedway es el segundo mayor complejo deportivo de EE.UU., con cabida para 154.000 espectadores. Este óvalo sobreperaltado de milla y media es la única pista que se visita dos veces durante la temporada IRL. La longitud, anchura y sobreperalte de la pista provocan una carrera rápida y muy compacta, con vehículos que alcanzan las 220mph, y soportando hasta 4 veces la fuerza de la gravedad en las curvas. Los coches que aquí corren emplean la configuración de alerón de baja carga aerodinámica. Texas es una de las pistas más excitantes para correr, y es calificado como el circuito favorito de muchos pilotos de la IRL. También nos brinda unos finales muy reñidos. La primera carrera en Texas de 2002, llevó a Jeff Wards a romper el récord de diferencia final por encima de once centésimas de segundo. Aunque ten cuidado, porque la superficie de la pista está llena de baches, y a estas velocidades un pequeño error o un lapsus en tu concentración puede provocar el desastre.