Bueno, hasta ahora ha sido fácil. 
Pero no vas a competir tú solo. 
Es una carrera, con otros pilotos por ahí y tú tienes que ganarles. Así de sencillo.
Conque ¿cómo vas a hacerlo? 
Lo primero que tienes que entender es que no conseguirás nada en una carrera si no eres consciente de la competición que te rodea.
Para eso, tendrás que confiar en tu guía. 
Él te informará de lo que te rodea por el sistema de radio de boxes.
Los vehículos Indy no son como los utilitarios deportivos,
tienes la visión muy limitada, por lo que no verás mucho de lo que pasa detrás de ti. 
Además, si no te concentras en lo que pasa delante, no podrás ganar
o peor; no sabrás si otro coche hace un trompo y, sin que te des cuenta, ¡BAM! Te quedas fuera de la carrera.
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En la serie IndyCar™, los accidentes son continuos. 
¡Porque ahí fuera no hay margen de error cuando tres coches corren rueda contra rueda ocupando la pista a más de doscientas millas por hora!
Así que escucha a tu guía; él será tus ojos y oídos extras. 
Si dice coche lento, créetelo y no te desplaces hacia la izquierda ni siquiera si no ves a tu oponente.
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Hay un par de cosas más que debes tener en cuenta:
la primera es el rebufo.
Recuerda que cuando vas al rebufo, el coche atraviesa menos cantidad de aire y va más rápido. 
Ir al rebufo es la mejor forma de adelantar a un contrario. 
Asegúrate de que consigues suficiente velocidad antes de intentar la maniobra final, porque, en cuanto salgas de la estela del coche de delante,
te toparás con aire limpio.
¡Vaya, menuda maniobra! 
Este piloto aprovechó el impulso del primer adelantamiento para alcanzar y adelantar al líder. 
Muy buena conducción.
La serie IndyCar™ es muy competitiva, pero eso no implica que no nos respetemos. 
No es una carrera donde puedes 'intercambiar pintura' con otros coches,
no durarías mucho con ese tipo de conducción.
Mira el coche de la izquierda. 
Lleva la trazada interior, así que el piloto del exterior tendrá que rodearlo. 
El de dentro tiene ahora la ventaja, ya que la trayectoria interior es el camino más corto para tomar la curva. 
Con el coche en esta posición, obligarás a tus oponentes a buscar otras trayectorias,
mientras tú te concentras en mantener la velocidad.
Recapitulemos. 
Escucha a tu guía por el sistema de radio y ten cuidado con los otros coches. 
Mantén los ojos en la pista y planea tu siguiente movimiento entre la circulación.
Sírvete del rebufo siempre que puedas para ganar velocidad. 
Y, cuando estés en cabeza, procura coger el camino más rápido,
mantén la trayectoria y deja que los demás busquen la forma de pasarte.
Bien, llegó el momento de meterte en la competición. 
Te pondremos en mitad del grupo a falta de unas pocas vueltas para terminar. 
Intenta terminar tan arriba como puedas.
Para superar la prueba, debes terminar mejor que donde empezaste, 
así que tienes que adelantar al menos a uno para mantener esa posición.
Ahora que estás en una situación real de carrera, ten cuidado y presta atención al resto de coches. 
Escucha tu radio de boxes y no provoques accidentes.
¿Estás listo? ¡Agárrate fuerte!
Bien aguantado, consigues el bronce.
Buenos adelantamientos, bien hecho. Plata.
¡Los has barrido de la pista, una carrera asombrosa! Te has ganado el oro.
Una actuación como esa no te lleva a ninguna parte. Persevera, ¡lo conseguirás!
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Tres, dos, uno, ¡YA!