El circuito Nazareth Speedway siempre ha sido uno de los más duros de la serie IndyCar™. Pero ahora que ha pasado a las últimas fases con la decimotercera carrera, Nazareth cobra una perspectiva aún más interesante. Vas a sufrir mucha presión para realizar una buena actuación en esta exigente pista. Reconstruida en 1986 bajo la dirección del legendario Roger Penske, la pista vio su primera carrera de la IRL en 2002. El circuito Nazareth se merece su fama de pista de difícil conducción. Las vueltas están peraltadas entre tres y seis grados y su superficie suave y rápida podría darte una falsa sensación de seguridad. Las partes escabrosas de Nazareth son su desnivel de treinta y cuatro pies, un tramo posterior en descenso, un tramo frontal en ascenso y la forma de sus curvas. Oficialmente hay cuatro curvas, pero la forma en D de la pista lo pone en duda. Al ser un circuito corto, en la puesta a punto se utilizarán alerones ovalados cortos de gran adherencia aerodinámica. En este peculiar circuito tendrás que mantenerte constantemente alerta y procurar poner a punto el coche para afrontar los cambios de rasante. Además, será una carrera muy concurrida, sin apenas tiempo para dar un respiro. A pesar de todo, Nazareth ha sido llamada “La milla más rápida del mundo” y las carreras aquí son siempre emocionantes.